15 septiembre, 2007

...!

En mi rincón más privado donde me oculto, mi cocina, con una taza de humeante café fresco entre las manos – te pensé.
Sentí tu aroma y tu sabor en el dulce amargo disimulado de mi bebida (vicio) predilecta… ¡que ironía tanta coincidencia!
- ¿Pasó algo? – pregunta mi conciencia.
- No, nada – responde la mentira, mi mentira.
Pasó tu aroma envolviendo mis rincones, los susurros, los latidos, la vergüenza, los abrazos, las canciones, mis hombros, su sabor recorriendo el costado sur de mis labios, las miradas, tus sueños, el escondite, las sonrisas, los suspiros, la traición, el flirteo, el disimulo, las palabras, los deseos, la confusión, las ganas, los enredos, las esquinas, el miedo, el humo compartido, las manos rasgando dolor de añorarnos en silencio uno al otro cada día…
Pasó todo, simplemente y sólo así…

¡No pasó nada!... ¡Tantos nadas!

¡Maldito recuerdo que invade el dolor de mi café!

1 comentario:

LAbarta dijo...

Eppur si mouve...