NO!
No voy a llorar,
después de todo...
duele porque nada cambia
aunque todo se vea más oscuro
y haya llovido todo el día,
simbólica y literalmente,
sobre nuestra tierra.
Tengo pocas energías
y no pienso desperdiciarlas
ni darle gusto a la alienación
no lloro.
Mi dolor se vuelve fuerza
o tengo que hacer que lo haga
para pelear mañana
ás que hoy, menos que pasado.
Esto apenas empieza,
otra vez...
LE VOY AL NO!
Y esta vez me consta
la historia nos dio la razon,
en la calle, solamente
salen vencedores los pueblos,
ese es su espacio natural
y allí nadie los controla.
Ese espacio y la rabia,
¡nadie nos lo quita!
1 comentario:
En las calles y nada más. Hay que reconocer -con verguenza- que nos dejamos arrastrar a la trampa del Lobo. Lo triste es darnos cuenta que nos dimos cuenta hace tanto...
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