17 mayo, 2007

Desde el exilio

Frases prestadas que se me juntan en la cabeza y me transtorman sin dejarme dormir.
Una luz que me rompe el silencio de la soledad, esa soledad decidida que cada vez se parece más al exilio, esa soledad que a ratos me encanta y que me colma en mundo de alienada paz.
Y esto es vivir, tenías razón...
"soñar, morir de a pocos, fumarnos la brisa del mar, el olor de la piel, el sabor del cristal expuesto al fuego de las manos, las luces de sal que tiñen de oro los plieges del alma expuesta"
Esto respiro cada noche, aquí en el alma y no importa donde esté, poesía pura y dura, que me llena y que me parcha todos los huecos que me ha provocado la falta de adaptación social.
Todos los sueños se caen de sus pedestales y las catedrales del ideal se desmoronan a mis pies, San José y la Luna se me pierden

y mi alma sonríe,
a pesar de todo,
y versa,
y no se detiene,
y piensa,
y decide... no dejar de pensar.

Sigo aquí, enamorada de mi misma como siempre, sola como nunca antes, sin añorar la compañía de otros, que nunca estuvieron y que parecen necesitarse entre sí.
Esta farsa que me calma los días malos se me esfuma y me despierto sin imaginar el triunfo que significa seguir existiendo, esta mentira me llena los ojos y los oídos, pero el caos de la realidad me llena los dedos de sangre y tinta inocente,
que huele a paz,
a sueño,
a eternidad,
a delirio,
a utopía,
que aspiro con cada tecla que golpeo.

Robo las palabras de quienes me inspiran a seguir, que me rezan palabras al oído con las notas de una guitarra,
con las manchas en un lienzo,
con una sonrisa,
con una mano,
con cruzarse en mi camino,
con la mirada tras el aro rojo de tus lentes,
con el Sol que reflejás,
con la luz en las pupilas.

Porque aunque aun no se quién sos, espero tener fuerza para seguirte encontrando, perdiendo, buscando y jamás enfrentarte del todo, para que no se me acaben los cafés, los versos y los cigarros que me acompañan cada noche que me invade esta extraña nube de esencia, esta sensación de insuficiencia, de no poder cambiar lo que veo, este fuego que me arde en el alma y me deja ver la belleza del desastre y la esperanza de que construyamos la justicia y de que el deseo de paz se llene de almas, moviéndose bajo el aura de la Luna, latiendo en este espacio...
Ese que llaman Arte.

1 comentario:

LAbarta dijo...

Dije un día -o noche- que cuando en ocasiones se puede mandar un mensaje a la distancia, cuando el recuerdo es muy fuerte o el añoro da vida...